Estoy intentando escribir capítulo en cada una, pero como siempre mi mente vaga de una a otra, por lo que seguro en estos días tengamos un capítulo de... supongo será sorpresa xD
Dejando eso de lado... me tiene algo triste ver lo poco que han comentado u.u me pregunto si es que no les han llamado la atención las obras que subo o simplemente he perdido su interés u.u No sé... comprendo que me he ido por bastante tiempo pero... doscientos vistos y solo cinco comentarios? u.u Me hace pensar que tal vez debo dedicarme a escribir solo para editorial y tener los libros completos... pero sé que hay algunos que esperan las actualizaciones, además me gusta compartir con los que me leen... no sé que pensar u.u
Supongo que le daré un poco de tiempo u.u
Agradezco a las personas que se toman el tiempo de dejarme un comentario animándome, realmente lo aprecio mucho.
Nos leeremos pronto :)
Capítulo 7
La Manada estaba
ansiosa. Las horas de luz estaban agotándose y en menos de una hora estarían
vulnerables a los seres que muchos repudiaban, así como temían. Había muchas
cosas que tener en cuenta, esa reunión que de ninguna manera iba a ser amistosa.
Los Shifter y los vampiros hace mucho que habían sido enemigos, pero era más
que eso, tener que pedir ayuda al hijo del vampiro que estaba causándoles
tantos problemas, estaba tirando de muchos egos.
Nadie quería
tener que pedir ayuda al joven príncipe, pero este era su única opción antes de
que se desatara la guerra.
Cass tocó la
puerta del despacho de su Alpha y entró cuando la ronca voz se lo permitió. Su
mirada cayó sobre el macho dominante, dándole la espalda como ningún otro se
atrevería, estaba con sus manos cruzadas a su espalda y sus hombros tensos. A
un lado, en la pequeña sala de estar, se encontraba el joven doctor. Su
expresión distante, su rostro un poco pálido pero eso era normal, estaba segura
de que el Alpha había desmentido los pensamientos del doctor. Aquello debió
haber sido duro para el pobre hombre.
Su mundo estaba
poniéndose de cabeza, sin agregarle que nadie entendía cómo es que el doctor
había sido elegido por el príncipe. Pero estaban a punto de saberlo.
—Está todo
listo, Alpha —dijo rompiendo en silencio.
Podía
considerara Nick un amigo cercano pero en esos momentos su líder merecía
respeto, lo que estaba cerca de suceder era un momento incalculable de tensión
para el hombre joven.
Nicholas era un
bebé en la vida de cambiantes, pero pese a su juventud, había demostrado ser
capaz de ser un líder fuerte y digno. Ella no lo seguiría de cualquier otra
manera, así como sabía que su primo tampoco lo haría, por más que fuera su
mejor amigo. Pero Gabe le había asegurado que Nick era la mejor opción como
Alpha, incluso había asegurado que era más fuerte y tenía una poderosa convicción
a diferencia de su padre. Entonces ella no lo había entendido, hasta que fue
elegida como su segunda Beta y la había tratado con respeto dándole su lugar,
escuchando sus consejos y dejando que ella lo protegiera cuando era su turno.
No había dudado
en aceptarla cuando fue presentada por Gabe, tampoco en demostrar que era más
fuerte que ella pero la consideraba un firme rival.
Había demostrado
su valía de múltiple maneras.
Nicholas
asintió, su espalda tensa mientras se giraba para ver a Dorian. Ambos hombres
tenían expresiones similares de tensión, pero Dorian tenía un ligero olor de
miedo. Eso es lo que estaba molestando a Nicholas, el saber que el humano
estaba incómodo y temeroso.
Aunque nadie, ni
siquiera Cass, podría llegar a entender la verdadera razón de la molestia de su
Alpha.
―Gracias Cass
―respondió sin apartar la mirada de Dorian, este a su vez ignoraba la mirada
sobre sí. Nicholas suspiró y volvió su atención a la Beta―. ¿Mi madre y hermana
se han ido con el resto de la Manada?
Cass sonrió algo
fastidiada y a la vez divertida, su Alpha no tenía idea de lo difícil que había
sido llevarse a la compañera del antiguo Alpha, así como llevar en brazos a su
necia hermana. Entre todas las cosas que se le había pedido, esa había sido un verdadero
reto, ese par de mujeres no tenía idea de lo que significaba seguir las ordenes.
Sin mencionar que parecía tenían perdido el sentido de conservación, lo cual
era gracioso cuando habían sido entrenadas para saber su lugar.
Nicholas alzó
una ceja al ver su expresión, seguro se había dado cuenta de lo complicado de
la misión especial que le había dado.
Cass resopló.
―Están
resguardadas en lo más profundo de las tierras así como el resto de mujeres,
Omegas, ancianos y niños ―dijo de forma simple, el Alpha no necesitaba que le
recordarse lo difíciles que podían ser las dos mujeres de su familia.
Nick sonrió, una
ligera sonrisa pues mantenía un terrible dolor de cabeza y la tensión no estaba
ayudándole en lo más mínimo.
—Gracias ―le
dijo con una expresión amable que Cass recibió con un rodado de ojos.
Cass sabía que
su amigo no era un cretino pero se sentía incomoda cuando el chico decidía que
debía ser amable. Había sido Beta y también Ejecutor en otras Manadas, después
de todo era una mujer con conocimientos médicos, pero nunca había sido tratada
con respeto. Nicholas Colvet era un misterio en muchos sentidos.
―Gabe se está
encargando de posicionar a los guerreros, los Ejecutores están rodeando la casa
principal ―informó viendo hacía la ventana. La luz del día estaba acabándose
lentamente. Ella esperaba que las palabras de los consejeros fueran ciertas o
iban a vivir una masacre.
Nick suspiró.
―Dorian y yo
saldremos en unos minutos, quiero algunos a favor del viento y otros en contra.
―Restregó su rostro, luego movió la cabeza de un lado a otro haciendo que
tronara, con los ojos cerrados. Parecía estar preparándose mentalmente para lo
que iba a pasar. —Los vampiros deben verlo como una muestra de paz, pero
tampoco seremos un blanco fácil.
Las órdenes
salían de Nick con facilidad, pese a que se negaba al puesto que ocupaba, era
un líder nato.
Dorian estaba
viéndole atentamente. Su atención estaba en los dos lobos, necesitaba saber que
era lo que iban a enfrentar, aunque no tenía el ánimo de preguntarlo. No quería
pensar en su papel dentro de esa locura, pensaba que entre menos supiera mejor.
Nick miró a su
Beta con seriedad.
―Qué todos se
hagan a un lado, deben dejarle el camino abierto. ―Alzó una mano deteniendo a
Cass de replicar―. No soy tonto Cass, sé que todos ustedes estarán alrededor
pero necesito que el príncipe llegue directamente a nosotros… no podré hablar
con él sobre una paz cuando estamos atacando primero.
Cass apretó sus
labios juntos con fuerza, la idea de dejar una línea directa a su Alpha le
parecía una estupidez. Pero no estaba en condiciones de pelear con Nick,
tampoco poner sus órdenes en entredicho y hacer que el resto de guerreros
estuvieran más dudosos en esa reunión.
Claro que no
estaban reunidos con el resto de la Manada y ella podía discutirlo. No lo haría
con tantas fuerza como lo haría si estuvieran solos pero no iba a darle un
pedazo de su mente. Aunque nunca se le había tildado de sutil.
―Te vas hacer
matar ―comentó lo obvio.
Nick resopló y
Dorian se estremeció mirando entre ellos con el ceño fruncido. El Alpha ignoró
la expresión de terror y desconfianza que tenía el doctor, no ayudaría en nada
que se pusiera nervioso o le diera razón a Cass.
Hizo una mueca
mientras negaba incrédulo.
―Gracias… es
bueno saber que tengo la total confianza de mis Betas ―comentó con una ligera
risa.
Cass cruzó los
brazos sobre su pecho.
―Tienes mi
confianza ―aseguró―. Pero también sé que puedes ser un loco impulsivo que no
piensa en su seguridad a menos que Gabe… ―estrechó los ojos―. ¿Le has dicho tú
brillante plan a mi primo?
Nick regresó su
atención a la ventana mientras respiraba profundo.
Ahora ella lo
entendía, el Alpha cabeza hueca había decidido no decirle a su primer Beta lo
que tenía planeado. De esa manera cuando Gabe se diera cuenta de la orden,
sería demasiado tarde. Su primo podía ser un hombre silencioso y calculador,
pero nunca dejaría que su mejor amigo hiciera una cosa tan estúpida.
—No necesita
saberlo —dijo Nick en un tono que decía claramente: “no vas a decírselo”—. Te
encargarás de hacérselo saber a los Ejecutores y Centinelas.
Cass asintió con
molestia, no podía convencer al hombre de que estaba haciendo una tontería
cuando estaba convencido de ello. Sin mencionar que era su Beta y –aunque podía
aconsejarle- debía seguir sus órdenes.
—Como digas
—respondió dándole la espalda para ir hacer su trabajo.
Estaba segura de
que su primo iba a reprenderle por guardarle esa información pero Nick había
sido claro.
Nick suspiró.
—Todo saldrá
bien, Cass —murmuró mientras ella salía.
La Beta no dijo
nada, solo cerró la puerta detrás de ella. Iba a confiar en el instinto del
Alpha, por más que quisiera ir corriendo con Gabriel sabía que no lograría
nada. Poner nervios sobre su primo o los Ejecutores no serviría de nada en ese
momento, solo causar algún descuido.
Solo esperaba
que Nick estuviera seguro de lo que iba hacer.
—Entonces…
Nick respiró
profundo. Su pareja estaba hablándole de nuevo, cosa que pensó iba a tener que
obligarlo cuando le dijera que es lo que iban hacer. Tenía poco tiempo pero no
había encontrado las palabras para poder explicarse. ¿Cómo podía decirle al
humano, que la tumba que había estado decorando con flores era la de un
vampiro? Además, decirle qué el mismo vampiro venía a reclamarlo como su
consorte.
Sin mencionar el
asunto de que Dorian era su pareja destinada.
—Entonces…
—repitió importándole poco que pareciera un niño evadiendo el asunto.
Si fuera tan
fácil como explicarlo con palabras, lo haría, pero no lo era. Dorian se había
desmayado al ver su otra forma, no había enloquecido ni gritado a sus padres
por ayuda cuando habló con ellos. Por el contrario, el doctor se mantuvo
callado, seguro estaba enloqueciendo internamente por eso se le miraba tan
calmado. Nick conocía a más de un grupo de humanos que casi habían enloquecido
cuando encontraron a sus compañeros lobos. Claro que el suyo no estaba en una
situación común.
Dorian bufó.
—Sé que
entiendes—. Lo miró fijamente, aunque Nick no apartó la mirada de la ventana,
podía sentir su mirada perforándole la espalda—. ¿Qué es lo que va a pasar?
—preguntó con voz fuerte para luego suspirar y preguntar en un tono más suave—,
¿qué es lo que ese… vampiro quiere de mí?
Nick volvió su
mirada hacía el doctor, el hombre que sin saberlo tenía sobre sus hombros el
destino no solo de su Manada sino la de un aquelarre. No era lo suficiente
ingenuo para creer que los vampiros del príncipe no fueran a acompañarle,
tampoco que todo terminaría con una simple platica.
Suspiró
volviendo su atención a la ventana.
El tiempo se
terminaba.
—Viene por su
pareja —dijo sintiendo el peso de sus palabras. —El príncipe viene porqué tú…
Dorian, eres su consorte elegido.
genial me ha parecido muy interesante al igual que la historia me atrapa, aunque he de decirte que no soy muy buena para leer por capítulos me gusta mas cuando puedo leer todo junto, por eso dejo que se junten y trato de leer varios capis, y con eso comento menos :s intentare comentar mas se que es lo menos que puedo hacer :)
ResponderEliminarque bueno que estas ya retomando nos tenias muy abandonados...besos
Maravilloso Cele, ya echaba yo de menos leerte, espero que la musa no te abandone y sobre todo que la gente se anime y comente, que así ganamos todos, muchos besos guapa!!
ResponderEliminarQue bueno volver a ver un capítulo de esta historia, mil gracias.
ResponderEliminarGracias Celeste por traernos otro capi de esta historia. Y no pierdas el ánimo.
ResponderEliminarMe encanta siguela en cuanto puedas porfi
ResponderEliminarHola Celeste !!!
ResponderEliminarGracias , me encanto !!!
Feliz domingo , besos.