Lágrimas de Soledad Cap3


Hola! Waoh... no sé que decir, en realidad han pasado tantas cosas desde finales del año pasado que se me ha hecho casi imposible regresar a mis viejas andadas, por más que dije que no iba a dejar de lado la escritura... La realidad ha sido otra. Me ha tocado duro, no puedo decir que no sigo en pie pero me ha costado mucho, he tenido unos días que si les contase creerían que vivo en una de mis novelas con tanto drama y enfermedades.
Pero esa no es la razón por la que he regresado, nop, he vuelto porque tengo muchas cosas pendientes y me niego a dejar que tanto estrés me mate y mate lo que tanto adoro (escribir), por lo tanto me tienen de vuelta. En pedazos, pero de regreso.
Por el momento, mientras vuelvo a mi ritmo cotidiano les dejaré este capítulo... esperando regresar con mis regalos atrasados u.u
Espero les guste y pronto nos estaremos viendo
Un abrazo♥

Capítulo Tres



—¿No será posible? —repitió Dorian tras el largo silencio.

Dorian vio como el gran hombre se tensó respondiendo su pregunta sin hacerlo. Era claro que había sido tomado en contra de su voluntad. Trató de no enloquecer, necesitaba enfocarse, nada de lo que estaba pasando tenía sentido, había estado pasando uno de sus peores días pero había estado al lado de la tumba de su amor. Aferró la almohada como su salvavidas, necesitaba estar enfocado y que el miedo no ganara. Muy a lo lejos recordaba haber estado al lado de la lapida, unos ojos lupinos en la oscuridad pero su mente estaba tan nublada que algunos recuerdos parecían una locura y no podía asegurar si era su imaginación jugándole una mala jugada.

Nada saldría bien si terminaba enloqueciendo.

Tenía años sin tener un ataque de pánico y regresar a esos viejos días no era algo que quisiera pero estar en una habitación desconocida, rodeado por extraños, no era algo con lo que su cordura quisiera lidiar. Él que había luchado contra todo, contra todos, por su independencia. Era un hombre adulto, tenía una casa propia, una hipoteca y una carrera. No iba a mecerse como un niño y rogar por volver a casa, por mucho que eso fuera exactamente lo que necesitaba en ese momento.

El extraño restregó su rostro. —Mira… sé que muchas cosas pasan por tú mente y quisiera… Creo poder aclararlo todo pero el hecho es que no puedo dejarte ir.

Dorian asintió sintiendo como su cuerpo era recorrido por un escalofrío. El miedo, incertidumbre era algo que prefería ignorar pero en ese preciso momento parecía estar dominándole.

—Entonces me han secuestrado, ¿no es así? —preguntó ignorando el resto de las palabras, no eran importantes.

Él había sido tomado en algún momento en su estadía en el cementerio –un momento que no lograba recordar- e iba a ser utilizado para sacarles dinero a sus padres. Su madre iba a reprochárselo cuando lo rescataran o pagaran el rescate, la mujer no se cansaba de repetir que eso iba a pasar y por mucho que Dorian había asegurado que no era una persona importante como para ser secuestrado, lo cierto es que no creía tener tan mala suerte.

No después de todo lo que había tenido que vivir, no después de una pérdida tan dolorosa.

Negó.

Él había sido tan ingenuo, su padre era CEO de una gran compañía y su madre era dirigente de varias organizaciones, ambos se movían dentro de la política. Ambos habían sentado la fortuna familiar, aunque había una vieja herencia, sus padres habían luchado por cada centavo. Dorian podía no estar de acuerdo con sus métodos o sus ansias por tener cada vez más de lo que ya tenía, pero ellos eran sus padres y habían obtenido todo gracias a sus sacrificios.

—¿Me oyes? ¿Te encuentras bien?

Dorian parpadeó saliendo de su ensoñación, su mirada fue directamente al hombre que estaba ahora frente a él. No estaba seguro de lo que había pasado pero era seguro que había tenido un ligero momento de pánico y había terminado perdido en sus pensamientos, pasaba de vez en cuando, aunque luchaba por controlarlo. Se enderezó para alejarse de la mano que pretendía tocar su rodilla, sabía que era una forma de ver si se encontraba bien, pero no quería ser tocado por el hombre que lo había secuestrado.

Ese hombre había invadido su tristeza, lo había alejado de Terry. Le dolía pensar que no llegó a las doce al lado del hombre que lo fue todo para él, odiaba a ese hombre por haberle arrebatado la única razón por la que luchaba por seguir respirando.

—Estoy bien —aseguró viendo directamente a los orbes oscuros.

Dorian había intentado ignorar los rasgos de sus captores, no solo porque no estaba ahí de forma social sino porque no quería que le hicieran daño. Aun no entendía cómo es que una mujer que no podía pesar más que sus ciento cuarenta libras, había logrado empujarlo con tanta facilidad y aunque en otras circunstancias eso hubiera sido hilarante, en la actualidad, sentía que estaba en un mundo sin cabeza y lo único que quería era ir a casa al lado de su cachorro.

Por lo que alejarse de ese hombre era su prioridad.

Nicholas, así lo había llamado la mujer que en cierta medida era muy parecida físicamente. Piel morena, hombros anchos que concordaban con su metro noventa, pelo negro corto en puntas y los vivaces ojos tan oscuros que parecían ser negros pero en realidad eran un chocolate oscuro. Ella con una nariz respingona y labios delgados, mientras Nicholas tenía labios gruesos y una ancha nariz que iba acorde con el gran cuerpo.

Dorian rara vez notaba a los hombres como el que le observaba atentamente. Él se había mantenido lejos de cualquier interacción que requiriera más de lo que pretendía dar, aunque en ese momento las cosas habían sido tomadas a la fuerza, lo cierto es que podía ver lo atractivo que era el hombre.

Nicholas respiró profundo, moviéndose sobre la superficie suave hasta dejar un cierto espacio entre ambos. Dorian lo agradeció con un movimiento de cabeza, la verdad podía respirar mejor cuando el hombre se mantenía lejos.

—No estamos secuestrándote, no se trata de ello. —Nicholas pasó una mano por su rostro y acarició su sien. —Sé que no nos conocemos, mi nombre es Nicholas Calvet.

Dorian miró al hombre con los ojos entrecerrados, había una clase de acento… no es que fuera evidente pero habían un arrastre en sus palabras mientras que su voz era un barítono profundo. Verlo luchar con sus palabras era algo difícil de creer, el hombre estaba construido como una torre y era seguro podía poner a cualquiera a sus pies con una mirada fría.

Sin embargo, Nicholas estaba teniendo problemas para de encontrar la forma de calmar al hombre que se acurrucaba en la cama.

—Dorian Justice —dijo tras un silencio prolongado. Los orbes oscuros se fijaron en él. Dorian volvió la vista a un lado. —No puedo estar aquí siempre, en algún momento mis padres se preguntaran donde estoy y soy muy serios sobre saber donde estoy todo el tiempo.

Dorian lo odiaba. Tanto como odiaba tener que ir a cenar todos los domingos pero era una rutina que había prometido mantener y que, aunque normalmente era un dolor de cabeza, sabía que sus padres se preocupaban y se negaba a mostrarles rencor cuando sabía que no era culpa de ellos. Aunque no entendían su aferró a un hombre que ya no estaba entre los vivos.

Eran sus padres e iban a estar buscando pronto por él.

Nicholas respiró profundo. —No puedo dejarte ir —murmuró. Dorian quiso replicar pero notó que Nicholas estaba viendo a la nada, hablando para sí mismo. —Ahora mismo eso sería una tontería.

Dorian frunció el ceño. —¿Disculpa? —preguntó irritado. —Mis padres no creerán que es una tontería cuando no contesta su llamada; policía, medios de comunicación y medio mundo sabrá en menos de un parpadeó que estoy desaparecido.

Nicholas hizo una mueca.

—Tal vez podemos arreglar algo para que puedas hablar con ellos, pero no puedo dejarte ir, es por tú seguridad.

Dorian maldijo. —¿Cómo diablos puedes decir que es por mi seguridad cuando me tienes aquí a la fuerza? —Negó.

Nicholas gruñó. —Es complicado…

—¡Solo dilo! —gritó. —Estoy cansado de que estés dándole vueltas, ¡habla claro de una buena maldita vez!

Los ojos negros fulminaron a Dorian. —Tú vida está en peligro, Dorian. No sé como explicártelo pues no sabes nada de nuestra raza, nuestras costumbres… tú no sabes nada.

¿Raza? ¿Costumbres?

¿Acaso había terminado en el medio de una clase de secta?

Dorian frunció el ceño. —Entonces explícate.

Era tan fácil como eso. Nicholas quería que Dorian se quedara por algún motivo lo mínimo que podía hacer era explicar la razón, tal vez de esa manera no estaría tan enloquecido por salir de esa habitación corriendo con todas sus fuerzas al pensar en las palabras: “humano”, “raza”.

Nicholas se mantuvo en silencio. Sus ojos fijos en el rostro que se mostraba hermoso pese a lo desgastado que se mostraba Dorian y aunque intentaba parecer tranquilo, todo a su alrededor olía a miedo. Nicholas no quería asustarle pero Dorian estaba muy lejos de esa barrera, Dorian no podría soportar mucho más.

—Los humanos siempre han creído que son los seres dominantes del planeta, pero está equivocados. —Dorian frunció el ceño cuando “humanos” fue mencionado una vez más. Nicholas movió su vista a la ventana cercada con gruesos barrotes que evitaba que cualquiera pudiera salir o entrar a la habitación. —Nosotros hemos coexistido durante siglos, escondiendo una parte de nosotros.

Dorian escuchaba las palabras sin encontrarles mucho sentido, pues para él no lo tenían. Nicholas estaba hablando como si no fuera parte de los “humanos”, eso más que nada estaba asustándole.

Nicholas suspiró.

—Hemos luchado por mantener nuestras identidades ocultas pero ha estallado una guerra —su tono bajo, una furia tensa se notaba en sus hombros—. Ellos quieren acabar con nosotros, mi deber es hacer todo lo posible por lograr una paz…

Dorian frunció el ceño. —Eso que dices no tiene sentido —replicó. —Además, ¿eso que tiene que ver conmigo?

Nicholas suspiró. —Todo. —Dorian pegó su espalda contra la pared a su espalda mientras Nicholas le observaba severamente. —Tú eres mi única esperanza de calmarlos hasta…

Dorian negó con fuerza. Era una locura, no tenía sentido y pedirle a Nicholas que se explicara había empeorado las cosas.

—Sabes… no quiero saberlo —exclamó—. Puedes… ¿puedes dejarme solo?

Nicholas suspiró. —Eres el intercambio perfecto, —continuó sin hacer caso del estallido de Dorian. —El príncipe ha madurado lo suficiente y vendrá en tú búsqueda, te tengo aquí para lograr que me escuche, no puedo permitir que hayan más muertes. Él es diferente a su padre, al menos eso dicen, ese príncipe te querrá de vuelta y entonces tendré que negociar con él por la paz.

Dorian cerró los ojos apoyando su cabeza hacia atrás contra la pared, la cabecera de madera lastimaba su espalda pero necesitaba de ese dolor para mantener la calma.

—¿Un príncipe? —preguntó antes de que Nicholas continuara.

Nicholas gruñó. —Un príncipe vampiro.

Dorian asintió aunque nada de lo que oía tenía sentido, sus brazos lo rodeaban con fuerza. No quería escuchar más. Las palabras no tenían sentido, Nicholas no podía explicarse. Aunque Dorian creía que incluso aunque lo intentaba no podía creerle, hablaba de un “vampiro” un príncipe vampiro.

Era una locura.

—Sé que lo que te digo no tiene sentido en este momento —dijo Nicholas tras respirar profundo. Dorian podía sentir como se levantaba de la cama. —Te prometo que trataré de explicarlo más adelante, pero por el momento tengo cosas que hacer, la Manada tiene que estar preparada para la visita.

Dorian escuchó los pasos alejándose de la cama, respiró profundo, estar solo era algo que necesitaba en ese momento.

—Te dejaré por el momento, pero regresare.

Dorian ignoró las palabras así como el golpe de la puerta cerrándose.



16 comentarios:

  1. gracias por volver!!!!!!!!!! pobre Dorian que no entiende nada y pobre Nicholas que no sabe o no puede explicarse.

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  2. Que bueno retorno sentimos muchas saudades.
    Espero que luego este mejor.
    Bs e abrazos para ti.

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  3. Celeste que bueno saber de ti,espero que ya te encuentres mejor menos estresada,en cuanto a la historia me encanto, pobre Dorian que no entiende nada,ya quiero conocer al príncipe vampiro

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  4. Gracias, muy bueno. Cuidate y continua, fuerza y gracias x volver

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  5. Me ha encantado Cele, que alegría al ver que habías vuelto, espero que te cuides mucho y que ya no tengas más quebraderos de cabeza, un besos preciosa y felicidades por el capítulo.

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  6. Gracias por el capítulo aunque se quedo en la mejor parte espero que el siguiente capítulo se publique pronto de verdad la historia me tiene intrigada.Besos

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  7. Buenas tardes Celeste y que bien que estés de vuelta. Espero que las cosas vayan mejor y estés menos estresado. Muchas gracias por el capítulo, ha estado genial.
    Besos

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  8. Celeste, me alegro que ya estes de vuelta y mejor. ¡Felis día de san valentine! y muchas gracias por seguir compartiendo tu trabajo, saludos y que tengas un excelente día

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  9. me encantan todas tus historias, gracias por tu trabajo, seguiremos esperando por su continuación (hasta el final de los tiempos si es necesario)

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  10. Muchas gracias Celeste, espero que todo te salga muy bien.
    Me gusto mucho, besos

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  11. Me gusto mucho el capitulo siguelo en cuanto puedas porfi

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  12. wow que gusto que regreses y ojala te des tiempo para escribir y compartir con nosotras, en verdad se agradece...besos

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  13. Celeste que dicha que volviste gracias por el capítulo!!

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  14. Qué bueno saber de ti, espero q todo se arregle. Te mando un besote grandote y gracias por el nuevo capítulo.,me encanto!!!

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  15. nooo!!que es lo que sigue
    muchas gracias por el capitulo!

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  16. gracias Cele muy interesante capi, besos enormes

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