Hola!! Waoh... hace tres meses que no me paso por acá u.u el tiempo se ha puesto mucho en mi contra pero al fin he salido de los momentos más duros del semestre, son pocas las investigaciones que me quedan y tendré solo lecturas para ocupar mi tiempo.
Quién diga que Letras es una carrera fácil... por favor, díganle que lo intente y verá lo difícil que es leer cuatrocientas páginas en un fin de semana -.-
Pero bueno, no me seguiré quejando y les contaré lo que me trae de vuelta. Claro, un nuevo capítulo, pero más que eso, tengo que anunciarles que... ammmm, finalmente, después de tanto inconveniente -de salud, vida y tareas-, tengo el tercer libro de Dusha próximo a ser publicado aquí :D He estado pensando en la fecha exacta y no he querido adelantarme mucho pues he estado hasta el cuello pero lo he pensado y se acerca mi cumpleaños. Qué mejor regalo? El tercer libro de la historia que tanto he amado, el caso es que les estaré dando pequeños regalitos e ideas de lo que se vendrá en el tercer libro, así que... no coman ansias ;D
Ahora sí... a lo que venía, el capítulo!
Debo agregar que ahora nos pondremos al día, así que no olviden comentar y tendrán un capítulo por semana!
Un fuerte abrazo♥
Capítulo 6
«Los vampiros siempre habían tenido una gran
enemistad con los cambiantes, la riña entre los que tenían una parte humana y
los que nunca lo habían sido. Ninguno de los grupos aceptaba al otro, pero
incluso entonces habían respetado sus divisiones, no dejando que esto comenzase
con una guerra que ninguno estaba dispuesto a perder.
Los humanos serían los principales afectados, por lo
que ambos lados se detuvieron de dar el primer paso. Dar el primer paso
implicaría cargar con el peso de las muertes de los mortales humanos, algo que
ninguno quería tener sobre ellos.
Pero la tensa paz no duró muy poco tiempo.
La princesa de uno de los mayores aquelarres —Eleonor
Grayson—, decidió tomar como consorte a un cambiante, eso puso una guerra en
camino. Los padres de ambos se opusieron, los líderes dijeron que renegarían de
ellos, pero ella había argumentado que se trataba de un vínculo de sangre,
ellos eran pareja y su relación debía ser respetada. Incluso adorada. Los
cambiantes empezaron a detener sus argumentos, calmándose al notar que era un
vínculo sagrado y algo que ellos respetaban pues se trataba de la naturaleza
misma.
Los cambiantes veneran sobre todo a la naturaleza y
encontrar una pareja de sangre era algo para celebrar.
La pasividad de los cambiantes había levantado un
revuelto sobre los vampiros, pero todo empeoró cuando los padres del cambiante
fueron asesinados primero y la Manada de leones —pues se trataba de un joven
Beta león—, culpó a los vampiros. Aunque la madre de la princesa fue la segunda
en ser asesinada.
Esto empezó una guerra sin cuartel.
Ambos, aquelarre y Manada, diezmaron sus filas.
Pocos sobrevivieron. Aquellos que lo hicieron se encargaron de contar las
historias de horror, distorsionando lo que había pasado creando un odio
incoherente.»
—Un odio que
ha llegado hasta la actualidad —aseguró—, cosa que solo empeora con el hecho
que ese viejo vampiro, el padre de la princesa que comenzó con todo el asunto,
sea el mismo con el que compartimos territorio.
Nicholas se
mantuvo viendo por la ventana, sus manos entrelazadas en su espalda y su
espalda recta con la tensión. La luz del sol se movía conforme pasaban las
horas, inconsciente de lo que traería si se ocultaba.
Ni siquiera
podía comenzar a explicar cómo se sentía sabiendo lo que tenía que hacer,
porque incluso cuando su propia naturaleza estaba en contra, tenía que llegar a
un acuerdo. Los humanos seguían siendo el eslabón débil, por lo que debían
protegerlos, además, ellos no eran tan salvajes como lo habían sido sus
ancestros. Ahora había parejas humanas dentro de la Manada, hombres y mujeres
que merecían un hogar tranquilo, no podían ser heridos.
Su deber como
Alpha era protegerlos a todos.
Además, había
humanos dispuestos a diezmar a todo paranormal. Estos humanos eran los pocos
que conocían la existencia de los paranormales y había una línea muy delgada
que evitaba que estos vinieran en su caza. Principalmente, porque había un
consejo que los mantenía controlados, pero esto podría cambiar de la noche a la
mañana.
Dorian aclaró
su voz. —Creo que puedo entender lo que dices sobre un odio tan profundo
—aceptó en tono monótono—, lo que no entiendo es porque sigues intentando
hacerme creer que existe un mundo “paranormal” y porque es tan importante mi
presencia.
Nick se obligó
a no reaccionar ante el fastidió que podía escuchar en las palabras del humano,
no solo se trataba de su pareja, sino que este no tenía conocimiento alguno de
su sociedad y como el ser cuestionado hacía que su lobo gruñera.
Respiró
profundo.
—Puedo
demostrarlo —aseguró.
No reaccionó
cuando el olor de curiosidad llenó a su olfato, debía reconocer que su pareja
había demostrado su valor desde que lo tomó en el cementerio. Entonces había
visto directamente a los ojos de un lobo, que en una situación normal hubiera atacado.
Pero Dorian no había demostrado otra cosa que no fuera curiosidad y
contrariedad por ser interrumpido en lo que parecía ser su noche de tristeza.
El verlo deprimido frente la tumba del mismo ser al que necesitaban, le daba
mal sabor de boca, pero no podía aclarar las cosas, hasta que supiera lo que
estaba pasando en realidad.
Pero sabía que
no sería fácil.
Si bien Dorian
había tenido el instinto arraigado en cada pareja, la inherente percepción de
su otra mitad y la calma de saberse protegido. Incluso cuando no tenía idea de
la razón. No significaba que fuera contarle sus razones de estar en la tumba de
un vampiro, mucho menos la razón de la melancolía que ensombrecía su mirada.
Además, Nick había tenido la necesidad de tomarle, protegerle y brindarle todo
lo que necesitase, desde el momento que prendió su vista en el abatido humano y
traer dolorosos recuerdos no era algo que quisiera hacer. Dorian era –sin
saberlo- el hombre más poderoso de la Manada, podría poner de rodillas a un
gran Alpha solo con un ruego.
Nicholas no
podría negarle nada a su pareja.
Incluso
tenerlo ahí, sin que fuera por su deseo propio hacía que su lobo se pasease
molesto. Así como la idea de entregarlo al vampiro, pelear consigo mismo era
algo que Nick no deseaba hacer. Pero debía hacer, por lo menos debía hablar con
el vampiro… lo que hiciera después dependería de lo que este viniera hacer.
Nunca pondría
en riesgo a su pareja, incluso cuando su humano no percibía el poderoso lazo
que los ataba.
—De acuerdo.
Las palabras fueron
tan repentinas que Nick casi se las pierde. Se volvió a medias, mirando
directamente a los ojos verdes que le observaban con calma medida, aunque su
olor delataba su confusión. Dorian era un maestro del disfraz e incluso su
olor, era débil, no demostraba sus sentimientos con facilidad y eso molestaba a
Nick, deseaba saber que había hecho que el doctor fuera tan duro.
—¿Estás
seguro? —preguntó.
Dorian respiró
profundo y luego asintió. Nick lo miró, buscando cualquier señal de duda.
Dorian era un hombre de temple, lo había demostrado encarando a su hermana y no
dejándose inquietar por su segundo Beta. Cass podía tener la apariencia de
hippie pero en realidad era un lobo sanguinario que podía poner a un macho de
rodillas si estaba molesta. Al ver al doctor hablando tan tranquilamente con el
Beta y dar su diagnóstico sin titubear sin duda mostro su valía frente los
miembros más titubeantes de la Manada.
Para Nick era
solo una muestra más de lo poderoso y correcto que era el destino.
—Lo estoy
—respondió Dorian después de un momento de silencio—, si puedes demostrarme que
dices la verdad, dejaré de renegar y les ayudare.
Nick deseaba
que las cosas se hubieran dado de otra forma, pero no podía pelear contra lo
que ya estaba hecho. Iba a demostrarle a su pareja que estaba hablando en
serio, luego tendría que preparar a la Manada para lo que vendría, porque no
había manera de que entregase a Dorian sin pelear.
Movió los
hombros y tronó su cuello, llamó el cambio.
Dorian aguanto
la respiración cuando los ojos lupinos se giraron en su dirección. En un
momento había estado frente a un gran hombre, Nicholas se había mostrado en
toda su altura con hombros anchos y rostro obstinado. Su expresión había sido
vacilante pero había desaparecido en un rostro alargado, un rostro animal. Ahora
había un enorme lobo. Pelaje negro con manchas cafés, sus ojos eran tan oscuros
que parecían ver lo profundo de su alma.
Cualquier otro
correría alejándose de la bestia, pero Dorian había visto como Nicholas se
había transformado en ese descomunal lobo. No había nada común en el lobo, era
tres veces más grande que un lobo normal, y sus músculos hinchados hablaban de
un depredador sin compasión. Pero eran sus ojos, que le miraban con
inteligencia, los que más le sorprendían. El lobo estaba sentado en sus patas
traseras, sin moverse, su respiración agitada mientras parecía esperar por la
reacción de Dorian.
Era una
locura, pero no podía negarlo.
No cuando
había pasado frente a sus ojos. Aunque quería pensar que estaba enloqueciendo,
aquello podía ser algo ocasionado por su mente trastornada. Pero no lo era.
Podía negarlo cuanto quisiera pero al verlo pasar frente a sus ojos, estar en
presencia del mismo lobo que había visto en el cementerio.
Nicholas era
un lobo. Estaba rodeado de seres capaces de cambiar de forma.
Tragó y miró
al lobo sin saber que debía hacer ahora. El lobo –Nicholas-, ladeó la cabeza,
de forma tan humana que quiso reírse ante la hilarante situación.
—Yo… —lamió
sus labios, incapaz de hilar un par de pensamientos coherentes. —Creo que puedo
ver mi equivocación.
El lobo ladeo
la cabeza, casi podía ver una expresión humana pasar por su rostro. Aquello era
hilarante pero Dorian no podía más que aceptarlo, aunque no podía decir que su
vista estaba ligeramente nublada y que sus piernas se sentían débiles. Incluso
cuando estaba sentado.
Dorian se
quedó quieto cuando el lobo se levantó sobre sus patas y muy lentamente empezó
a caminar hacia él. Parecía cauteloso con cada paso, pero no se detuvo hasta
estar frente al muy tembloroso doctor. Alzó su hocico y de forma amable golpeó
con su húmeda nariz la rodilla de Dorian. El doctor lo miró con sorpresa,
incluso cuando la gran cabeza se apoyó en su rodilla y los ojos negros le vieron
fijamente, como si esperaban una reacción de él, incluso escuchó un pequeño
murmullo empezar desde lo profundo del lobo.
—Yo… —tragó—.
Eres Nicholas… creo que eso lo entiendo…
Muy despacio y
con mucha vacilación, hizo lo que el lobo parecía estar esperando. Con cuidado
puso sus manos sobre la gran cabeza y muy despacito empezó a acariciar entre
las orejas y mandíbula. Casi saltó en su lugar cuando el lobo gimoteó. Dorian
sabía cómo acariciarlo, después de todo, tenía un cachorro que adoraba ser
mimado.
Se tragó el
miedo y dejó que sus pensamientos se hicieran a un lado. Era algo asombroso lo
que estaba pasando frente a sus ojos. Como todos había leído libros, escuchados
sobre las películas y series, aunque su vida cotidiana era más de libros de
avances médicos, su madre disfrutaba de algunas series. Aunque no se lo diría
nunca a su padre. Ahora estaba frente a lo que se creía imposible fuera de un
efecto especial de película o un libro de ficción.
Sus manos
estaban sobre el pelaje de un lobo, un hombre lobo.
No se sorprendió
mucho cuando terminó cayendo contra la silla, sus manos cayendo a sus lados y
su vista oscureciéndose. Podía ser un hombre de ciencia, pero había pasado por
muchas cosas desde que despertó que la única manera de calmar su estresada
cabeza era desconectándose. Escuchó la voz de Nicholas llamándole pero en ese
momento Dorian estaba profundo en su inconsciencia.
Cuando
despertase trataría de lidiar con todo.
Melissa se
alejó de la puerta de la oficina principal con pasos lentos. No estaba segura
de querer explicar porque había entrado a la oficina de su hermanito sin
permiso, pero lo que en realidad le perturbaba era el verlo sostener el cuerpo
del humano con sumo cuidado. Su expresión… ella sabía que había algo raro en el
comportamiento de Nick en relación con el doctor.
Los ancianos habían
asegurado que ese hombre podía ser la clave para lograr tener al príncipe
vampiro de su lado, pero Melissa estaba segura de que no habían considerado lo
que esto traería para su manada. Más cuando podía ver el verdadero interés que
su hermano estaba demostrando.
Mordió la uña
de su pulgar. Odiaba que Nick la pusiera en esa posición, tener que hablar con
su madre e incluso llamar a su padre. Su hermanito no tenía idea como podía
llegar a complicar las cosas si tenía un interés por un humano. La Manada, no
lo aceptaría. Pero iba mucho más lejos que eso, podrían aceptar que su Alpha se
enlazará con una humana, pero un hombre, ese era un problema totalmente
diferente. La homosexualidad estaba aceptada solo cuando se trataba de miembros
de rango menor, e incluso entonces, esos lobos eran casi arreados a alejarse
del centro de la Manada. Que el Alpha se emparejase con un humano y además,
hombre…
Su hermanito
sería quemado en la hoguera.
Melissa
apresuró sus pasos conforme sus pensamientos se volvieron desastrosos. Nicholas
estaba poniendo su vida en peligro por un simple humano, ella tenía que actuar
ahora y lograr que el humano fuera entregado, de esa manera su hermano estaría
a salvo.
Aunque no
creía que Nick estuviera dispuesto a entregarlo.
Hola!!!!! Que bien soy la primera en comentar :)
ResponderEliminarQue alegria que despues de un tiempo estes de vuelta, muchas gracias por la nueva actualizacion la esperaba con ansias.
Gracias por todo tu esfuerzo. Ahora si a leer!!!!! :)
Bienvenida ^^ que bueno tenerte de regreso.
ResponderEliminarmil gracias por el cap
muchas gracias por otro capitulo y fantastica noticia de que ya estes mejor, pronto el libro 3 wow y mas capis wiiiiii...besos
ResponderEliminarQué bueno tenerte de vuelta!!!
ResponderEliminarCreo que la hermana va ha meter la pata hasta el fondo.
Nick debería hablar pronto con su familia y decirle que es su pareja destinada.
Sólo espero que no hagan alguna estratagema y consigan entregarselo al principe sin que Nick lo sepa.
Gracias!!!
Hola Cele que genial que volviste y ya más relajada, me ha gustado mucho el capi, besos enormes muack
ResponderEliminarMuchas gracias por el cap. Hacia tiempo que no recibía una notificación y me estaba empezando a preocupar... esperare con ansias el sig cap... fighting!!
ResponderEliminarQue bueno que regresaste y estes mejor de tiempo y todo, el cap buenisimo.
ResponderEliminarNO PUEDO esperar por Dusha GRACIAS!!!!!!!! He entrado por lo menos una vez por semana esperando por esto.
Gracias y cuidate.
Gracias por el nuevo capitulo
ResponderEliminarGracias por continuar los capi de esta lectura ok kisses
ResponderEliminarMaravilloso volver de vacaciones y tener otro capítulo, felicidades Celeste miles de gracias!!!
ResponderEliminarhola celeste me encanto este capitulo, gracias por continuar la historia, amo a Dusha!!! je besoss XD
ResponderEliminarHola Celeste,como estas que tal la escuela.Pobre Dorian creo que verlo convertise en lobo lo sobrepaso y Nick no creo que quiera entregalo y Melissa va abrir la boca y todo se ira al diablo,esperando el siguiente capitulo :)
ResponderEliminarHola Celeste , me encantaron los libros de Dusha y muero de ansias por ver como continua la historia , espero que puedan salvar a Drake por favor .... ya quiero leerlo XD eres increible escritora ,muchas gracias. Besos.
ResponderEliminarHola, me e leído los seis caps de una sola para quedar muriéndome de coraje por lo metiche que es todo el mundo de mente cerrada, espero que no sufran mucho mas de lo que ya lo han echo, por otra parte no quiero creer que es verdad lo que me imagino del príncipe vampiro, porque entonces en vez de sentir lastima por él, me ofenderé enormemente con él y su pobre explicación... esperare con ansias locas el próximo cap.-- Fighting!!
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